Tras más de dos décadas desde el estreno de Exterminio, Danny Boyle regresa al universo que revolucionó el cine de zombis con Exterminio: La evolución. Esta esperada secuela no solo retoma la historia de un mundo devastado por el virus de la rabia, sino que sube la apuesta al mostrar cómo la infección ha mutado con el paso de los años. Londres ya no es el único escenario del horror: el virus ha cruzado fronteras, derrumbado gobiernos y desdibujado la delgada línea entre la supervivencia y la barbarie.
El filme, que ya se encuentra en las salas de Cinépolis y Cinemex, muestra un panorama inquietante con nuevos desafíos que enfrentan los sobrevivientes. Uno de los aspectos más impactantes es la transformación visual de los infectados: sus cuerpos, gestos y movimientos han cambiado de forma radical, evidenciando una evolución aterradora. Estos cinco detalles que destacan en los zombis de la nueva entrega no solo ofrecen una experiencia más salvaje y brutal, sino que confirman que el terror ha regresado con más fuerza que nunca.
Fortaleza física de los infectados
Sony Pictures Releasing
Uno de los elementos más llamativos de Exterminio: La evolución es el cambio físico de los infectados. Ahora son criaturas visiblemente más grandes y musculosas que las de las entregas anteriores. Hay escenas en las que un solo infectado puede levantar a un adulto y lanzarlo con facilidad, sugiriendo que el virus de la rabia ha evolucionado hasta conferir una fuerza casi sobrehumana.
En una secuencia clave, la cámara enfoca a una criatura que parece estar sufriendo espasmos y cuya respiración es forzada, dando la impresión de que su cuerpo está cambiando. Aunque su rostro no se ve, el tamaño de su torso y sus extremidades habla por sí solo: no se trata de un infectado común. Esta variación en tamaño y fuerza redefine el peligro y aumenta la tensión, elevando el nivel de brutalidad respecto a las películas anteriores.
Táctica e inteligencia de los infectados
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La brutalidad de los infectados ya era una amenaza por sí sola, pero en Exterminio: La evolución también se revela un desarrollo inquietante: los zombis parecen haber ganado astucia. En lugar de atacar impulsivamente, ahora acechan en las sombras y esperan el momento exacto para emboscar, una conducta muy alejada del comportamiento impulsivo de las primeras entregas.
Este cambio de actitud implica un nuevo nivel de organización entre los infectados. Algunos atacan por la espalda o se ocultan para sorprender a sus víctimas, lo que sugiere una evolución no solo física, sino cognitiva. La posibilidad de que existan distintas etapas de infección, incluyendo híbridos con rasgos humanos más presentes, añade un matiz intrigante que podría convertir a los zombis en una amenaza más calculada que nunca.
Los humanos también son villanos
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A diferencia de sus predecesoras, Exterminio: La evolución coloca a los humanos como una potencial amenaza. Aunque el virus sigue siendo el centro del conflicto, la presencia militar o dictatorial que domina a los sobrevivientes con mano de hierro está presente en el filme.
La saga ya había sugerido el abuso del poder militar en 28 Days Later, pero ahora este aspecto cobra aún más relevancia. El uso de simbología de culto y estructuras hechas con cráneos sugiere que grupos humanos organizados, sectarios y paramilitares, son responsables de nuevos horrores. Esto abre la puerta a una crítica social más aguda y profunda que en las entregas anteriores.
Colaboración entre humanos e infectados
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Una de las escenas más impactantes muestra a un sacerdote permitiendo que los zombis invadan su iglesia y ataquen a los visitantes. Esta escena sugiere que algunos humanos podrían estar colaborando con los infectados, ya sea por miedo, desesperación o por algún tipo de beneficio mutuo.
Esta idea no es del todo nueva, ya que en borradores tempranos de 28 Days Later se consideró la posibilidad de zombis que pudieran comunicarse con los humanos. Aunque esa versión fue descartada, Exterminio: La evolución retoma ese concepto con mayor madurez, planteando un escenario donde las líneas entre aliado y enemigo se difuminan.
Distintas condiciones físicas de los infectados
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Mientras algunos zombis muestran una musculatura desarrollada y cuerpos robustos, otros aparecen como sombras de lo que alguna vez fueron: extremadamente delgados, pálidos y desgastados. Esta variedad sugiere que la evolución del virus no ha sido uniforme y que el entorno ha afectado a cada grupo de infectados de forma diferente.
Se trata de una distinción entre infectados urbanos y rurales, donde los primeros aún tienen acceso a alimento y se mantienen fuertes, mientras que los segundos sufren las consecuencias del aislamiento y la escasez. Esta diversidad en los zombis no solo enriquece la dimensión visual del filme, sino que también introduce nuevas dinámicas en su comportamiento, motivaciones y peligrosidad.