Si hablamos de ciencia ficción, hay títulos que son leyenda. Ahí están los clásicos de siempre: Alien: el octavo pasajero que nos enseñó que nadie te escucha gritar en el espacio; Terminator 2: El día del juicio final, donde los robots del futuro tienen el rostro de Arnold Schwarzenegger; Volver al futuro, que convirtió a los DeLorean en íconos pop; y claro, Star Wars, que sigue expandiendo su galaxia.
Pero lo cierto es que el género ha evolucionado. Ya no todo son naves espaciales disparando rayos láser o androides rebelándose contra sus creadores. La nueva ciencia ficción también explora la soledad, las emociones humanas y el vacío existencial que puede dejar una galaxia muy, muy lejana. Justo ahí entra una joya que ha llegado a Netflix y que está sorprendiendo a quienes pensaban que Adam Sandler solo sabía hacer comedias.

Nadie esperaba que el actor de Son como niños y la ciencia ficción hicieran buena pareja y como resultado tuvieran a El astronauta. En la cinta, Sandler cambia radicalmente y nos entrega una actuación contenida, profunda y sorprendentemente conmovedora, en una historia donde el espacio exterior es sólo el escenario de un drama muy humano y cautivador.

La trama sigue a Jakub, un astronauta que se encuentra en una misión solitaria a millones de kilómetros de casa. Él lleva seis meses flotando en los rincones más alejados del sistema solar, en una misión de suma importancia para el gobierno checo. Todo parece ir bien, hasta que la soledad comienza a pesarle más que la gravedad.
Mientras intenta mantener su estabilidad, Jakub empieza a experimentar cosas extrañas. No son alucinaciones, sino una criatura alienígena con forma de araña gigante y muy sabia, llamada Hanuš. El ser alienígena se convierte en una especie de guía emocional, una criatura que más que invadir la Tierra, ayuda al protagonista a hacer las paces con su pasado

Lo que hace que El astronauta brille no es la espectacularidad visual, sino su capacidad para tocar temas universales como la soledad, la desconexión emocional y la búsqueda de redención, todo envuelto en un entorno galáctico muy bien cuidado. Si eres fan del sci-fi clásico que se enfoca en el aspecto humano, como Interestelar, Gravedad o La llegada, El astronauta es una película que no puedes dejar pasar.
El astronauta tiene la mezcla perfecta de reflexión, belleza visual y narrativa emocional para convertirse en una de esas joyas que te hacen llorar sin que sepas exactamente por qué. Y lo mejor es que está disponible en Netflix, así que sólo basta con abrir la app, buscar el título y dejarte llevar.
