Steven Spielberg está listo para regresar al terreno de la ciencia ficción con una nueva y ambiciosa película centrada en ovnis. Aunque el proyecto aún no tiene título oficial, ya cuenta con una fecha de estreno: el 12 de junio de 2026. Esta vez, Spielberg vuelve a colaborar con el guionista David Koepp, responsable de Jurassic Park, y suma un elenco de gran calibre que incluye a Emily Blunt, Josh O’Connor, Colman Domingo, Colin Firth y Eve Hewson. La expectativa es alta: no solo por el regreso de Spielberg a un género que ayudó a definir, sino por el aura de misterio que rodea esta producción.
El anuncio del proyecto ha encendido la nostalgia entre los cinéfilos, pues Spielberg no es ajeno al mundo de los extraterrestres. En su filmografía destacan dos de las películas más influyentes del subgénero: E.T. el extraterrestre y Encuentros cercanos del tercer tipo. Esta última, estrenada en 1977, cumple 48 años y se mantiene como una de sus obras más personales y revolucionarias. Antes de que el director nos entregue su visión actual sobre el fenómeno OVNI, es el momento perfecto para redescubrir esta joya que transformó la manera de representar el contacto alienígena en el cine.
Columbia Pictures
A 48 años de su estreno, ¿por qué ‘Encuentros cercanos del tercer tipo sigue vigente’?
Aunque Tiburón lo catapultó como el padre del blockbuster moderno, fue Encuentros cercanos del tercer tipo la que consolidó a Spielberg como un narrador capaz de mezclar espectáculo con sensibilidad. En una época en la que las películas sobre ovnis eran vistas como productos de serie B o fantasías disparatadas, Spielberg rompió con los moldes al dotar a su historia de realismo, emoción y ambición técnica.
Una de las mayores virtudes del filme es su capacidad para asombrar sin caer en la espectacularidad vacía. La famosa secuencia final, en la que aparece la nave nodriza, sigue siendo una lección de cine: visualmente deslumbrante, cargada de simbolismo y atravesada por una emoción genuina. El también director de A.I Inteligencia artificial y La guerra de los mundos optó por mantener a los alienígenas en un segundo plano, centrándose más en cómo reaccionan los seres humanos ante lo inexplicable.
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Encuentros cercanos del tercer tipo también refleja una preocupación existencial que ha acompañado a Spielberg a lo largo de su carrera: ¿cómo se transforma una persona cuando su mundo se expande más allá de lo conocido? Roy Neary (Richard Dreyfuss), el protagonista, no es un héroe tradicional, sino un hombre común enfrentado a lo extraordinario. Su viaje no solo es hacia el espacio exterior, sino hacia una verdad que trasciende lo cotidiano. En este sentido, la película habla también de la necesidad humana de buscar respuestas en lo desconocido.
La importancia del filme no se limita a su valor histórico o técnico. También fue la semilla de E.T., otro clásico que Spielberg desarrolló años después. De hecho, fue durante el rodaje de Encuentros cercanos... que nació la idea de un alienígena que, en lugar de regresar a su nave, se quedaba en la Tierra y formaba un vínculo emocional con un niño. Spielberg ha confesado que el personaje de Elliott en E.T. es una proyección de su propia infancia solitaria, marcada por el divorcio de sus padres y la sensación de aislamiento que, de hecho, se ilustra en su cinta autobiográfica Los Fabelman.
