Aunque el catálogo de Netflix es el hogar de cientos de películas ideales para ver en familia como El gato con botas: El último deseo, Amigos imaginarios, Rango y muchas más por el estilo, también alberga varias propuestas en las que tener a los más jóvenes cerca no es lo ideal. Tal es el caso de una película de terror psicológico estrenada en 2014 que por su situación perturbadora y ambiente tenso está delimitada sólo para adultos.
Dirigida y protagonizada por Patrick Brice, la cinta sigue a un camarógrafo independiente que acepta un trabajo misterioso: filmar a un hombre en una remota cabaña por un día. Desgraciadamente, lo que inicia como una tarea sencilla se convierte en una pesadilla que arrastra a la audiencia a una inquietante experiencia claustrofóbica.

A través de Creep conocemos a Aaron (Brice), el camarógrafo contratado para filmar a Josef (Mark Duplass) quien le pide este servicio bajo pretexto de dejar un video para su hijo no nacido. Sin embargo, todo se vuelve bastante intenso cuando el comportamiento de Josef se transforma en algo perturbador revelando secretos oscuros, manipulando emocionalmente a Aaron y cruzando límites cada vez más tétricos.
Producida por Blumhouse Productions, encargada de Actividad Paranormal y La purga, esta cinta de poco menos de hora y media está grabada a manera de found footage y como cuenta sólo con dos actores en pantalla a lo largo de sus minutos es imposible darse un respiro de su atmósfera incómoda de encierro.

La dinámica entre Aaron y Josef se convierte en algo cada vez más aterrador que trasciende incluso más allá de las paredes de aquella cabaña. Aunque Creep no es una película especialmente sangrienta, el nivel de incomodidad emocional y ansia que consigue generar en el espectador le hizo obtener la etiqueta R: solo para adultos.
Por eso, para aquellos que son fanáticos de este tipo de historias donde huir de lo perturbador e inquietante es prácticamente imposible, Creep es la opción ideal para ver esta tarde sin niños en Netflix.