Cruda, intransigente y brutal, la quinta temporada de Oz representa un punto de inflexión para la serie, atando cabos sueltos y preparándose para el cierre de la sexta temporada. Como ocurre con todas las temporadas anteriores de la dura serie carcelaria de HBO, los estallidos de violencia , las tensiones raciales, la desolación emocional y la desnudez masculina frontal garantizan que Oz decididamente no sea para los débiles de corazón.